jueves, 16 de febrero de 2012

Sin afán

En los últimos meses me he topado con la realidad de esta lección y me di cuenta que antes no sabía confiar verdaderamente… es hermoso aprender a confiar y creer en su promesa, y que ello te lleve a tomar decisiones importantes… Realmente crees que Dios suple tus necesidades en el momento que enfrentas una necesidad crítica? Puedes descansar en esta promesa? A veces desconfiamos y no nos damos cuenta. Evalúate y si hay que mejorar en ello, estáte listo para la próxima oportunidad.

Bendiciones!

Giselle Manya P.

De: Paola Madrid
Enviado el: Jueves, 16 de Febrero de 2012 09:41 a.m.

"Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?" (6:25).

Como esta enseñanza ocurre al aire libre es razonable imaginar que mientras Jesús hablaba, todos podían ver a los pájaros. ¿Habr
á señalado hacia alguna bandada mientras hablaba? Les dijo a sus discípulos que pensaran en que las aves no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros, como lo hacen las personas. Y entonces, preguntó: «¿No valen ustedes mucho más que ellas [las aves]? (6:26). El hilo de su argumento era que si el Creador cuida de las aves, cuidará con pasión a Sus hijos, proveyendo lo que necesiten.
Y entonces, Jesús concluye, para que Le entiendan: «Así que no se preocupen diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿Qué beberemos?" o "¿Con qué nos vestiremos?" Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan (6:31-32). Está diciendo: «No se preocupen. No cedan ante la angustia. No permitan que les robe la energía. No dejen que les controle la ansiedad. Confíen en Dios. Él ve. Él sabe».

Cuando Jesús habla de «los paganos» que «andan tras todas estas cosas», creo que quiere decirnos que la ansiedad y la preocupación que consume son la respuesta que se espera de aquellos que no tienen relación con el Dios verdadero y viviente.
Vivimos llenos de preocupación cuando olvidamos que Dios es el Dios que ve, el Dios que sabe, el Dios que Se ocupa de nosotros. A nuestro Padre Le encanta proveer. Porque lo Suyo es la provisión. Ve nuestras necesidades más íntimas. Conoce o que hay en nuestros corazones. Conoce nuestros sufrimientos.
Oye las palabras de Jesús: «No te angusties…tu Padre celestial sabe...».

Dante Gebel.

Paz para Todos!!!

Paola Madrid Gómez

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