jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Estoy rodeada de gente que no me agrada!

Me llegó este mensaje de mi querida amiga del trabajo. Y me hizo pensar mucho.

"No juzguéis para que no seais juzgados"Mt 7:1 muchas veces me cuesta obedecer en esto.



Aquí el mail:

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¡ESTOY RODEADO DE GENTE QUE NO ME AGRADA!


Muchas veces nos damos cuenta que hemos alcanzado cierta madurez y nos sentimos bien con nosotros mismos. Sentimos que estamos avanzando en la vida; tanto internamente como externamente. Eso es algo muy positivo.
Pero muchas veces hay personas a nuestro alrededor - sea en la familia, trabajo, estudios, etc - que lejos de ayudarnos en ese proceso parecen un "estorbo" en nuestros planes. Pequeñas piedritas en el zapato. Gente chismosa, intrigante, hipócrita y fingida. ¿Te ha pasado?

Pero tristemente cuando eso ocurre cometemos el gran error de creernos mejores que ellos. Creemos que "merecemos" otra clase de compañía. Miramos a los demás por sobre el hombro sólo esperando el momento de largarnos de una buena vez y estar con gente de "nuestro nivel".

La pregunta es ¿Cómo es que mejoraste si no a través de buenas influencias? Entonces ¿Cómo esperas que ellos mejoren si no los ayudas? Esperamos que la gente cambie y nos agrade, pero no hacemos nada por influirlos positivamente, al contrario, los juzgamos.

Jesús era santo e intachable, pero caminaba con pecadores y gente de muy mala reputación. Gente intrigante, e incluso malvada. ¿Por qué? Porque su corazón estaba lleno de compasión y de amor. Él quería ayudarlos.

¿Qué hay en tu corazón? ¿Anhelos de grandeza, de superioridad? o ¿Un corazón humilde y agradecido por lo que tienes y por quien eres, con ánimos de ayudar a otros? No toda la gente que Jesús quizo ayudar cambió, pero Él hizo su parte. Él hizo lo correcto.

Deja de juzgar a otros y empieza a ser parte del cambio. Tu amistad, aceptación y apoyo puede hacer la diferencia en la vida de personas que quizá no te agraden. Es muy fácil amar a quienes te aman, el reto es amar a aquellos que no se lo merecen.

En esta Navidad que se acerca, lo que espera Dios de nosotros es justamente eso.

Saludos

“Rara vez se presentan grandes oportunidades de ayudar a otros, pero las pequeñas nos rodean todos los días."

Mariana Melgar
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