miércoles, 9 de noviembre de 2011

Opinión

De: Mariana Melgar
Enviado el: Viernes, 09 de Septiembre de 2011 01:41 p.m. Aquel niño tenía tan solo siete años. Su maestra lo dio por caso perdido. En presencia del pequeño habló con la madre y le dijo que era “vacío” y que era inútil que siguiera asistiendo a la escuela. La pobre mujer, avergonzada, le enseñó a leer personalmente en la casa. Aquel muchacho con el tiempo dejó su nombre escrito en cientos de patentes sobre inventos que afectaron la vida de toda la humanidad. ¿Su nombre? Thomas Alva Edison. ¿Sus inventos? Entre cientos de ellos, la luz eléctrica y el disco fonográfico. De Abraham Lincoln se dijo que “sólo había ido cuatro meses a la escuela, que era un soñador y que se empeñaba en hacer preguntas estúpidas”. Pero el hombre llegó a la presidencia de su país, y desde ahí tomó decisiones tan dramáticas en su tiempo como la abolición de la esclavitud, y condujo con mano firme el gobierno a través de una guerra civil que acabó ganando, con lo que sentó las bases para la grandeza futura de su nación. De Albert Einstein que era un estudiante muy malo, mentalmente lento, poco sociable y siempre soñador.Es sorprendente cuán a menudo grandes hombres y mujeres fueron juzgados erróneamente antes de que se volvieran famosos.Hay algo interesante en la biografía de estos personajes, ellos lograron probar que las predicciones negativas eran erróneas. Descubrieron algo que usted y yo deberíamos descubrir también, que el poder con que Dios nos dotó, es mucho más fuerte que la opinión, quizá hasta sincera, con que los “expertos” quieran marcarnos.¡Recuerda hoy el gran valor que tienes!Que tengas un excelente fin de semana Saludos, Mariana Melgar C.

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